El lunes todo empezó a ser caótico en la oficina, varios de mis compañeros pasaron a formar parte de un gabinete de crisis que se formo en menos de lo que canta un gallo (dicho dominicano), ya a media mañana y en la tarde llegaba el primer grupo de familiares y empleados, que lograron salir en vuelos comerciales o vía Malta.
El Martes ya todo se recrudecía, la situación en Libia es mas tensa, y se toma la decisión de evacuarles a toda costa. Los de Trípoli intentan ir al aeropuerto pero es imposible transportarse por tierra de forma segura, por ello al final del día vemos que es imposibles traerles, pero a pesar de ello, todo los esfuerzos del día valieron la pena, ya habría un avión para traerles de vuelta al día siguiente.
El miércoles, todo marchaba bien, nuestros dedos cruzados, ya estaban todos en el aeropuerto a primera hora, los empleados, los contratistas, las mojas, todos allí embarcaron el avión que les traería el final del día a Madrid. sin embargo aun quedaba otro grupo en el campo a 800 km de Trípoli.
El jueves, se sentía en el ambiente una mezcla rara entre alegría y tensión máxima, ya teníamos un grupo en España, pero los demás, también debían salir. Moverse a Trípoli era suicida, y conseguir un avión que les sacase de allí directamente, era prácticamente imposible. Cada avión que se negociaba era como logra subir a la cima de una montaña, pero al mismo tiempo caías en picada cuando por x o y se echaba todo atrás.
4 días ya y nuestras fuerzas no amainaban. La falta de sueño, el cansancio, el estrés, no había nada que nos quitase de la mente que nuestra meta era traerles a todos sanos y salvos.
El viernes a media mañana ya se había conseguido el avión que les sacaría de una ciudad próxima. Se trasladaron hasta allí y gracias a las tecnologías pudimos saber que en todo momento estaban a salvo. Al final del día o mejor dicho, en la madrugada del sábado, podíamos decir con mucho alegría y orgullo:
YA ESTAN TODOS!!!!
Esta imagen es el resumen de días tensos, mucho esfuerzo de un equipo invaluable de personas dedicadas enteramente a lograr el cometido. Es el resultado de una labor incansable de empresa, que valora a las personas y lucha por el capital humano.
Muchas fueron las llamadas de familiares que recibí, todos muertos de angustia por saber que le íbamos a traer bien y que sus seres queridos estaban a salvo. Me mantuve al pie del cañón informándoles de todas las posibilidades de sacarles de allí,intente trasmitirles la calma que yo no tenia y dar ánimos en una situación que desarma hasta al mas fuerte.
Estoy muy orgullosa de estar donde estoy, de pertenecer a un equipo de profesionales incansables y de haber vivido días tan agotadores pero llenos de satisfacción. Espero no tener que repetir experiencias similares, pero estoy segura que si ocurre, el equipo será tan bueno o mejor que en esta ocasión.
Zu
